viernes, julio 04, 2008

Las estaciones en la granja del manantial

Con la llegada del otoño, a los árboles les encantas los abrazos





En otoño, la madre naturaleza nos enseña su impermanencia a través de los cambios de colores y la continua caída de las hojas de los árboles


El otoño es tiempo de abundancia: frutos secos, como castañas, nueces, avellanas, bellotas y de la recolección de las maravillosas setas que aparecen como pequeños seres por todo el subsuelo del bosque ante las primeras lluvias.





La primavera alcanza su máximo esplendor cuando descubrimos que también vive en nuestro interior porque nos sentimos felices y alegres.




Sentir la alegría de la primavera es disfrutar de las miles de florecillas que nacen en el campo y descubrir el aroma de las aromática y las jaras en el bosque

Recolectar tomillo, dientes de león, ajedreas y muchas mas plantas de sabiduria culinaria y medicinal que viven en el suelo de nuestro bosque.

En el verano, el inmenso color azul ilumina con gran fuerza el mágico esplendor de nuestres vecinos: los pinos y las encinas del bosque


Aquí se muestra la puerta de entrada desde nuestra finca hasta el pinar que te lleva a fabulosos caminos de la cuenca alta del rio guadarrama
El sol hace su trabajo en verano madurando los campos de cereales que forman parte de las vistas de la granja del manantial con la sierra guadarram de fondo y unas cuantas encimas centenarias



En invierno el paisaje cae en el silencio mortal enterrado bajo un manto de nieve

los pinos, cada uno de ellos forma parte de un todo en el camino de lo efímero de cada estación, cada uno cumple con su "destino" como reza esta poesía Zen:
"El pino vive cien años,
el suave viento de la mañana sólo un día.
Pero ambos cumplen su destino"
En nuestra pequeña granja , lo vivimos intensamente. La primavera volverá a descongelar estas capas gélidas para dar vida a lo que creíamos que había muerto. Todo vuelve a empezar como siempre.
















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