sábado, julio 04, 2009

El Estanque

• El agua, como fuente de vida, no debe encerrarse, ha de dar la impresión que brota de forma natural. Escuchar su sonido al caer en las rocas hace disminuir tu agitación mental y te ayuda a centrarte en tu silencio interior. Cuando estás un ratito escuchando el ruidito del agua , percibes el movimiento en sintonía con el viento que agita las ramas de los árboles y es entonces cuando te das cuenta que entraste en meditación sin ninguna dificultad porque ella vive en tí. En el Budismo es una metáfora de la existencia del ser humano: brotando llena de energía en el manantial de la montaña, a veces supera obstáculos o se estanca mientras corre hacia el valle como la vida misma


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